Al continente se le conoce como Gran Adria, que surgió hace más de 240 millones de años, como un desprendimiento del supercontinente Gondwana, formado por las actuales Sudamérica, África, Australia y la Antártida.
De acuerdo a la investigación, Gran Adria se extendía desde los actuales Alpes hasta Irán, aunque no todo su territorio estaba sobre el agua, sino que fue similar a una cadena de islas o archipiélagos.
«La mayoría de las cadenas de montañas se originaron en un solo continente, que se separó del norte de África hace más de 200 millones de años. La única parte restante del continente se encuentra en una franja que va desde Turín, a través del mar Adriático, hasta el talón de la bota que forma Italia.
En este sentido, los investigadores se centraron en el análisis de rocas que formaban parte del antiguo continente. Se cree que Gran Adria, tras desprenderse de Gondwana, se movió hacia la placa tectónica euroasiática y entre 100 millones y 120 millones de años atrás impactaron y se localizó a unos 1.500 kilómetros de profundidad. Sin embargo, algunas rocas no se sumergieron, sino que en la fricción formaron cadenas montañosas, como los Alpes, y muchas piedras quedaron esparcidas en la superficie, lo que permitió que fueran identificadas por los científicos.
El equipo unió esas rocas separadas como las piezas de un plato roto. La tarea se logró gracias a la utilización de programas que crearon mapas detallados del antiguo continente y confirmaron que se movió hacia el norte hasta impactar con Europa. El investigador definió a la zona como un «desorden geológico en el que todo está curvado, roto y apilado.
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