La aplicación FaceApp utiliza inteligencia artificial para envejecer un rostro y mostrar una imagen realista, ha puesto el punto de mira sobre un aspecto común en el que pocos usuarios reparan. Al instalarla la app advierte de que todos nuestros datos serán utilizados e incluso cedidos a terceros, por lo que se pierde el control. Tus datos pasan a terceros, los usuarios aceptas las condiciones sin leer, sin pensar en las consecuencias. Pero algunos programas para móviles pueden no necesitar ni siquiera el consentimiento explícito. Miles de aplicaciones burlan las limitaciones y espían, aunque no se les autorice.
En principio, la mayoría de las apps no precisan los permisos para su funcionamiento. Cuando acceden a ellos, suele ser en búsqueda de un bien sumamente valioso: los datos. Los usuarios pueden dar o denegar diferentes permisos a las aplicaciones para que accedan a su ubicación, los contactos o los archivos almacenados en el teléfono.
Según una investigación de un equipo de expertos en ciberseguridad ha revelado que hasta 12.923 apps han encontrado la forma de seguir recopilando información privada pese a haberles negado los permisos explícitamente.
Este estudio pone de manifiesto la dificultad de los usuarios de salvaguardar su privacidad. Investigadores del Instituto Internacional de Ciencias Computacionales (ICSI) en Berkeley, IMDEA Networks Institute de Madrid, la Universidad de Calgary y AppCensus han analizado un total de 88.000 aplicaciones de la Play Store y han observado cómo miles de aplicaciones acceden a información como la ubicación o datos del terminal que el usuario les había denegado previamente.
Aún no han hecho pública la lista completa de apps que realizan estas prácticas. Pero según la investigación, se encuentran entre ellas la aplicación del parque de Disneyland en Hong Kong, el navegador de Samsung o el buscador chino Baidu. El número de usuarios potenciales afectados por estos hallazgos es de “cientos de millones”.
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