Este tratamiento estético logra reducir varios tonos el color original de las piezas dentales, dejándolas más blancas. El color obtenido por un blanqueamiento dental se mantiene durante un lapso de tiempo que oscila entre uno y tres años, pero su dentista le puede recomendar una sesión en clínica o en casa de refuerzo anual.
Todos podemos someternos a un tratamiento blanqueante profesional, pero se recomienda evitarlo en los siguientes casos: los niños menores de 15 años con el esmalte aún no completamente formado, las mujeres embarazadas, los pacientes con enfermedad periodontal, los pacientes alérgicos a los componentes de la fórmula y los pacientes con retracción gingival.
Tipos de blanqueamiento dental:
Fotoactivación: se lleva a cabo en una clínica odontológica. Es un blanqueamiento rápido cuyos resultados se pueden ver desde la primera sesión, con un aclarado de hasta 8 tonos. Consiste en colocar una funda que protege las encías, lengua y paladar y después aplicar un gel blanqueante que se activa mediante luz LED para lograr el efecto deseado.
Blanqueamiento en casa con gel: es un blanqueamiento que podemos hacer en casa pero con la supervisión del odontólogo. Se utilizan unas férulas de plástico personales en las que se aplica un gel blanqueador, según las indicaciones del dentista.
Blanqueamiento mixto: es una combinación de los dos anteriores. Al hacer un blanqueamiento en la clínica y además otro en casa, se consigue un aclarado de hasta 10 tonos y una mayor duración de los resultados.
Blanqueamiento interno: es un blanqueamiento especial para situaciones concretas en que un diente pierde color por alguna causa. Con varias sesiones en la clínica se realiza un blanqueamiento interno que le devuelve el color para igualarlo con el resto de dientes.
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