Es una técnica que se utiliza para aprender a controlar las funciones de su cuerpo, tales como la frecuencia cardíaca. Es decir, que estés conectado con sensores eléctricos que le ayudan a recibir información (feedback) acerca de su cuerpo (bio).
Ayuda a manejar muchos problemas de salud físicos y mentales, entre ellos:
- Ansiedad o estrés
- Asma
- Efectos secundarios de la quimioterapia
- El dolor crónico
- Estreñimiento
- Hipertensión
- Incontinencia
- Síndrome del intestino irritable
- Enfermedad de Raynaud
El biofeedback es recomendable por una variedad de razones:
- Es no invasivo.
- Se puede reducir o eliminar la necesidad de medicamentos.
- Puede ser una alternativa de tratamiento para aquellos que no pueden tolerar los medicamentos.
- Puede ser una opción cuando los medicamentos no han funcionado bien.
- Puede ser una alternativa a los medicamentos para algunas condiciones durante el embarazo.
- Ayuda a la gente hacerse cargo de su salud.
- Riesgos
Cada sesión de biofeedback será diferente debido a que se trata de una terapia que se personaliza según lo que el paciente quiera tratar y la fase de aprendizaje en la que se encuentre.
Sin embargo, lo que es común al comenzar cualquier tratamiento de biofeedback es realizar una entrevista inicial, donde el paciente explicará su historial médico y lo que quiere tratar. Con estos datos el especialista nos informará acerca de cómo son las sesiones para evitar que la incertidumbre provoque una alteración en los resultados de las mediciones. También en esta entrevista inicial nos debería explicitar todo el proceso: tiempo aproximado del tratamiento y de cada sesión, frecuencia de las sesiones, las dificultades con las que podemos encontrarnos, y si hay necesidad de practicar lo aprendido en nuestra casa.
Con toda la parte teórica aclarada, es el momento de que el paciente sea conectado a diferentes aparatos de medición, que dependerán de la hoja de ruta que el especialista haya marcado. Toda la información que se obtenga gracias a estos aparatos será el punto de partida de la intervención, y se utilizará para definir el tipo de entrenamiento que se debe realizar.
En líneas generales, se puede decir que hay tres grandes tipos de mediciones según el tipo de respuestas que esperemos conseguir. En este sentido, si lo que se quieres es obtener información del sistema nervioso somático, el paciente será sometido a un electromiograma, mientras que para las respuestas del sistema nervioso autónomo, se utiliza el control de la presión arterial, la frecuencia cardiaca, o la temperatura corporal. Finalmente, con el electroencefalograma se pueden medir las respuestas del sistema nervioso central.
Tras el registro de mediciones, la siguiente fase de una sesión de biofeedback consiste en la fijación de metas, que no es otra cosa que determinar qué se pretende conseguir al terminar el tratamiento de varias sesiones. Con esto entenderemos hacia dónde vamos, e iremos viendo si el proceso está siendo adecuado o hay que reconducirlo.
El siguiente paso es el entrenamiento en sí, la parte más importante del biofeedback. Nos volverán a conectar a los aparatos de medición, y la información que proporciona nuestro cuerpo nos llegará por medio de estímulos visuales o auditivos. De esta manera podremos ver en una escala cómo nuestra respuesta fisiológica aumenta o disminuye tras ir realizando los ejercicios marcados por el experto. En este sentido, será el terapeuta el que enseñe al paciente cómo realizar los ejercicios para poder controlar esos niveles; así, le instruirá para que pueda centrarse en la respiración, la relajación, la concentración, la rememoración de recuerdos agradables, la utilización de imágenes que le evoquen varios tipos de sensaciones, etcétera.
En las siguientes sesiones el terapeuta empezará valorando el progreso que estamos teniendo y, en caso de que hayamos tenido que realizar algún tipo de actividad en casa, se comentará cómo nos hemos sentido realizándola y se analizarán los posibles problemas encontrados. Posteriormente el profesional nos volverá a conectar a las máquinas y realizaremos de nuevo los ejercicios que nos indique.
En algunos casos se enseña al paciente a utilizar los aparatos para que pueda realizar el entrenamiento en solitario si se ve capacitado para hacerlo solo. Esto no significa que el terapeuta le abandone completamente, puesto que seguirá revisando las mediciones para asegurarse de que todo va bien.
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