Científicos de la Universidad Yale en Connecticut, EE.UU. han sugerido que uno de los sistemas de circulación oceánica más grandes del planeta no es tan estable como indican los actuales modelos del tiempo. Se trata de la Circulación Atlántica Meridional de Retorno (AMOC, por sus siglas en inglés), un sistema de aguas profundas que circula el agua caliente y ayuda a regular el clima de la Tierra.
El modelo actual de agua dulce con base en las observaciones, la AMOC puede debilitarse, pero después recuperarse. Sin embargo, en el marco del estudio publicado en la revista ‘Science Advances’, los investigadores estadounidenses han corregido las márgenes de error del modelo y han mostrado que la AMOC continuaría debilitándose y dentro de unos 300 años llegaría a su fin. Ello podría suceder debido a los cambios climáticos frutos de los aumentos drásticos del dióxido de carbono atmosférico.
Ese tipo de desarrollo “tiene implicaciones enormes para el cambio climático regional y global”. El colapso del sistema enfriaría el norte del Atlántico y las áreas cercanas, causaría la extensión del hielo árctico y movería los cinturones tropicales de lluvias del Atlántico hacia el sur.
“Mostramos que la posibilidad del colapso de la AMOC como resultado del calentamiento global ha sido subestimada”, ha señalado el autor principal del estudio, el asociado postdoctoral del Departamento de Geología y Geofísica de la Universidad de Yale, Wei Liu.
Este estudio evoca la película de catástrofes estadounidense titulada ‘El día después de mañana’. Según el escenario, el calentamiento global lleva al colapso de una corriente enorme en el Atlántico, lo que provocó desastres naturales y condiciones de enfriamiento en América del Norte y Europa, motivando que los estadounidenses huyeran en masa a México por el río Grande.
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