Donald, el escritor de bestsellers
Ha escrito 15 libros que se convirtieron en bestsellers. El primero de todos ellos, The Art of the Deal (El arte de la negociación), es considerado un clásico de las finanzas y uno de los más exitosos en ese rubro.
Descendiente de escoceses y alemanes
Es uno de los cinco hijos de Fred Trump, desarrollador de bienes raíces, y Mary MacLeod Trump, quienes emigraron a los Estados Unidos desde Escocia. Su madre era una inmigrante escocesa nacida en la isla de Lewis, en el norte de las Hébridas Exteriores, y sus abuelos paternos eran inmigrantes alemanes. Su abuelo, Frederick Trump (de nacimiento Friedrich Drumpf), llegó de Alemania a Estados Unidos en 1885, y adquirió la nacionalidad en 1892. Se casó con la abuela de Donald, Elisabeth Christ en Kallstadt, con quien tuvo tres hijos.
El rebelde que fue enviado a una academia militar
A los 13 años, tras tener problemas de conducta que llevaron a su salida de la escuela, sus padres lo enviaron a la Academia Militar de Nueva York (NYMA). Le fue bien, triunfó en los deportes y para el año de su graduación, en 1964, era todo un líder estudiantil. Continuó sus estudios universitarios en la Universidad de Fordham y posteriormente hizo una maestría de administración de empresas en la prestigiosa Escuela Wharton de Negocios en la Universidad de Pensilvania. Sin embargo, sus adversarios y detractores aseguran que no fue por sus estudios que Trump avanzó tan rápido en los negocios, sino por la ayuda financiera que recibió de su padre.
Nada de alcohol
El republicano ha generado muchos escándalos por su conducta. Pero nadie puede acusarlo de excesos con el alcohol. Trump es abstemio. Según una entrevista concedida a la revista estadounidense People en 2015, la razón de su abstinencia tiene que ver con la muerte de su hermano Fred, víctima del alcoholismo en 1981 cuando sólo tenía 41 años.
Donald el germófobo
Se calcula que un mandatario estadounidense típico puede estrechar más de 60.000 manos al año. Lo que para Trump implica todo un reto ya que tiene fobia las bacterias y a los gérmenes. Tiene una obsesión por la limpieza personal.
El diario estadounidense The Washington Post citó estas palabras de Trump:
“Estrechar la mano es una de las maldiciones estadounidenses… Da la casualidad de que yo soy obsesivo por tener las manos limpias. Me siento mucho mejor después de que me lavo las manos, cosa que hago lo más frecuentemente posible”.
Tuvo su propio juego de mesa
En 1988 lanzó un juego de mesa, ‘Trump, the game’ en el que los competidores intentaban avanzar en un negocio imaginario de bienes raíces, algo similar al Monopoly, pero fue descontinuado debido al poco éxito que tuvo.
Trump siempre ha hecho alarde frecuentemente de su habilidad empresarial, pero sus opositores mencionan el hecho que a lo largo de los años varias de sus empresas han entrado en dificultades financieras, incluso acogiéndose a la ley de quiebras estadounidense.
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