¿Cómo reconocer a un buen abogado?
Primeramente debe tener un conocimiento profundo de su profesión, el abogado debe tratar de aceptar lo que considera como "causas justas". Caso contrario, al aceptar casos injustos notorios, pierde niveles de credibilidad ante los jueces y lo que se pueda reflejar negativamente en la sentencia misma.
El profesional del derecho, debe estar en todo instante acucioso y preocupado por aquello que patrocina. La prueba de los hechos y los argumentos de derechos exigen cuidadosa atención. Se debe a su cliente, quién ha depositado su confianza en él.
Es de suma importancia destacar la memoria para recordar las leyes y los casos diversos de aplicación, así como las experiencias profesionales pasadas, propias o ajenas, que desde luego también deben recordar los medios utilizados en las acciones tomadas en el ejercicio de la profesional.
Para reconocer a un buen abogado destacamos las siguientes cualidades:
- El abogado debe saber que NUNCA es solo negocios y SIEMPRE es personal.
- No existe el asesoramiento libre de riesgos. El cliente debe ser asesorado en un escenario dinámico, con una primaria limitación de los recursos y teniendo en cuenta que la información siempre es asimétrica.
- El profesional tiene que tener experiencia. Además de una sólida formación, el principal requisito tiene que ser la experiencia.
- El profesional debe tener una alta capacidad para resolver conflictos de forma rápida. El cliente necesita soluciones siempre para el día anterior a cuando las solicita.
- El profesional tiene que entender que el cliente necesita un control importante de sus gastos, sin sacrificar la calidad del asesoramiento
- Hay que buscar el delicado equilibrio entre el consejo que corresponde y lo que el cliente quiere o necesita hacer.
- Limitar los tecnicismos para el ámbito que corresponde y no para impresionar al cliente.
- Tener una alta capacidad adaptativa a los cambios.
- Ser consciente que se requerirán sus servicios fuera del horario normal de trabajo y ello no debe incidir en la relación profesional/cliente.
- Tener una amplia red de contactos. Esto es absolutamente relevante para los clientes. Generalmente necesitan mucho más que un asesoramiento sino colaboración en la elección de otros profesionales, proveedores de servicios, es decir un servicio global y de calidad.
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