Alguna de esas equivocadas creencias se sustentan en dietas sin fundamento. Si te planteas adelgazar, olvídate de milagros y de mentiras: desenmascaramos 5 mitos conocidos y te contamos por qué no son verdad:
1. Para adelgazar, nada de azúcar
Los azúcares rápidos, como la sacarosa y los productos que la contienen, dulces, bebidas azucaradas… son calorías vacías y debemos olvidarnos de ellos en una dieta. Sin embargo, los hidratos de carbono, azúcares complejos, aportan calorías, sí, pero también nutrientes como fibra, vitaminas y sales minerales de los que nuestro organismo no puede prescindir. Toda dieta equilibrada (aunque sea hipocalórica) debe contar con ellos.
2. Beber agua en la comida engorda
El agua no hace ni adelgazar ni engordar, porque no aporta calorías. Beberla entre comidas, puede ayudar a “engañar” el hambre porque llena momentáneamente el estómago. Es falso afirmar que beber en las comidas hace engordar, aunque puede llevar a comer de más, al hacer que uno trague antes de haber masticado bien. Comer demasiado deprisa, sin masticar bien los alimentos, nos llevará a acostumbrarnos a comer más. La sensación de saciedad, que pone fin a nuestra voluntad de comer, sólo se activa un tiempo después del inicio de la comida. Así, comer muy deprisa, nos hará ingerir más de lo necesario cuando este mecanismo se accione.
Otros dicen que para adelgazar hay que beber mucha agua. No es para adelgazar: hay que beber al menos un litro para estar bien hidratados (y evitar problemas como el estreñimiento o la formación de cálculos renales).
3. No hay que tomar fruta por la noche
No hay ninguna explicación científica que justifique esta afirmación. Las recomendaciones nutricionales animan a consumir 5 raciones de fruta y verdura a lo largo del día, así que es normal comerlas en la cena. De hecho, como la cena debe ser ligera, es un tipo de alimentos muy adecuados para ese momento.
4. Si es light no engorda
Es cierto que, exceptuando los refrescos light, los alimentos de este tipo tienen menos calorías que su equivalente original, pero siguen aportando calorías. Así que, si amparados en esa excusa los consumimos en exceso, puede ser hasta contraproducente.
Además, es importante recordar que una dieta de adelgazamiento se basa sobre todo en productos frescos.
5. Sudar adelgaza
Con una transpiración intensa se pierde agua, pero también sales minerales. Y no es recomendable abusar. Sudar no es un medio para perder peso, ya que al beber recuperaremos lo eliminado. Lo que adelgaza es el ejercicio físico que realizamos pero si recurrimos a una sauna, lo único que perdemos es agua y sales.
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