Un grupo de científicos han logrado imitar en un laboratorio el funcionamiento de un agujero negro a pequeña escala utilizando ondas de sonido en lugar de luz para probar la llamada teoría de radiación de Hawking. Publicada por Stephen Hawkingen en 1976, la teoría asegura que los agujeros negros emiten unas partículas por efecto de la mecánica cuántica. Tras 5 años de trabajo, investigadores del Instituto de Tecnología Technion de Haifa, Israel, han probado en un laboratorio que, efectivamente, se cumple la teoría establecida por el científico británico.
Se cree que el campo de gravedad de un agujero negro es tan potente que no hay nada que escape a su zona de influencia, una frontera conocida como horizonte de sucesos. Los agujeros negros son concentraciones masivas de materia que surgen tras la explosión o colapso de una estrella u otro cuerpo celeste masivo. Sin embargo, Hawking postuló que sí podía existir una partícula que escapara la gravedad del agujero negro, un fenómeno al que llamó radiación de Hawking.
Para probar dicha teoría, científicos han imitado en un laboratorio un agujero negro que, en lugar de luz, atrapa ondas de sonido a través de un fluido extremadamente frío. Lo hizo en el 2009 el físico Jeff Steinhauer, del Instituto de Tecnología Technion, en Israel. Tras años de investigación de los resultados, los investigadores aseguran que efectivamente han logrado probar la teoría de Hawking. Las conclusiones se publican ahora en un estudio en la revista científica Nature Physics.
El equipo de científicos creó un modelo de agujero negro utilizando condesados de Bose-Einstein, un estado cuántico de la materia a muy baja temperatura en el que un grupo de átomos se comportan como un átomo individual. Steinhauer y su equipo utilizaron un láser para atrapar el condensado de Bose-Einstein en un tubo y otro para acelerarlo a una velocidad mayor que la del sonido. El efecto creaba dos horizontes: uno exterior, con el líquido a velocidad supersónica, y otro interior, a menor velocidad. Este fenómeno crea a su vez pares de partículas de sonido, o fonones. Una de esas partículas escapa el horizonte de eventos, y la otra se queda atrapada en el interior. Algo que probaría la radiación de Hawking.
Steinhauer asegura, en una entrevista a New Scientist, que el experimento prueba que "la idea de Hawking funciona. Un agujero negro debería producir radiación de Hawking", explica. Sin embargo, no todos los investigadores en la comunidad científica están de acuerdo. Muchos señalan que este método de imitar un agujero negro en el laboratorio solo es capaz de detectar una frecuencia de la radiación, por lo que quedan muchas dudas abiertas. Aún así, es un enorme avance para la física, con el que se busca entender mejor cómo funciona el Universo y uno de sus fenómenos más desconocidos: los agujeros negros.
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