Sabías que, existen diversas funciones desempeñadas por el sistema circulatorio, cada día, tu cuerpo produce una cantidad abismal de glóbulos rojos, las células sanguíneas que transportan oxígeno.
Todavía se utiliza la sangría para tratar enfermedades:
En las civilizaciones antiguas como la griega utilizaban el sangrado para curar toda clase de enfermedades y problemas de salud. Los médicos pensaban que el equilibrio podría restablecerse eliminando el exceso de sangre, a menudo lo hacían con cortes o sanguijuelas. Aunque estos tratamientos surgieron en el siglo pasado, todavía hoy en día se usa para abordar afecciones como la hemocromatosis, una enfermedad hereditaria que hace que su cuerpo absorba demasiado hierro. La saliva de las sanguijuelas posee propiedades antiinflamatorias, antibióticas y anestésicas. También contiene la enzima hirudina, que previene la coagulación.
Los tipos de sangre se descubrieron hace poco más de un siglo:
El doctor austríaco Karl Landsteiner fue quien descubrió los diferentes grupos sanguíneos en 1901, tras percibir que la sangre mezclada de personas con diferentes tipos se coagularía. De acuerdo a su investigación clasificó los tipos A, B y O. Aunque, una investigación posterior identificó un tipo adicional, AB.
La sangre supone un 8% del peso corporal:
El cuerpo de un adulto posee 5 litros de sangre aproximadamente. Con la excepción de las mujeres embarazadas, cuyos cuerpos pueden producir aproximadamente un 50% más de sangre para nutrir al feto. Solamente el plasma, la porción líquida de la sangre, representa aproximadamente 3 litros, transporta glóbulos rojos, blancos y plaquetas, que llevan oxígeno a todas nuestras células, luchan con las enfermedades, reparan vasos dañados.
La sangre podría es un papel clave en el Alzheimer:
En el año 2014, un estudio llevado a cabo por científicos de la Universidad de Stanford descubrieron que inyectar el plasma de ratones jóvenes en ratones mayores mejoraba la memoria y el aprendizaje. Experimentos realizados en ratones evaluaron si la sangre joven podría revertir los signos del envejecimiento. Estos resultados demostraron en los roedores efectos rejuvenecedores de una proteína sanguínea particular en los órganos de ratones mayores.
Ver sangre hace perder la vista momentánea a muchas personas:
Se estima que el 3% y el 4% de las personas sufre la aprensión asociada con la sangre, las lesiones o los procedimientos médicos invasivos, como las inyecciones, aumenta el nivel de fobia que puede presentar desmayos y hace perder la visita momentáneamente. Además disminuye la presión arterial y la frecuencia cardíaca, una reacción causada por el nervio vago.
¿Y tú le tienes miedo a ver sangre?
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