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En estos momentos toda la atención de los medios internacionales se enfoca en España por ser el país fuera de África donde se ha producido el primer contagio de ébola. La auxiliar de enfermería Teresa R. R, quién atendió a un fallecido a causa de ébola, fue trasladado desde Sierra Leona, y dio ayer positivo en el test del virus. La mujer se encuentra actualmente aislada en el hospital Carlos III recibiendo tratamiento experimental, junto a otras tres personas con las que tuvo contacto directo, entre ellas su esposo. Ahora, una de las preguntas clave es esta: ¿cómo pudo contagiarse, qué falló?
El Ministerio de Sanidad español se encuentra investigando los hechos y asegura que se tomaron todas las medidas indicadas por las normativas europeas y los protocolos marcados por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Sin embargo, evidentemente algo falló. ¿qué?
Los expertos son cautelosos a la hora de señalar posibles fallos hasta que se esclarezca lo ocurrido, pero apuntan uno que ha podido influir por encima de todos: la ausencia de un plan para formar al personal sanitario para estos casos de emergencia.
"Es poco probable que se deba a una causa única, pero desde luego lo que no están funcionando son los sistemas de formación de personal sanitario. ¿Cómo es posible que existan para temas mucho menos graves y no para estas emergencias?", señaló el presidente del Consejo General de Enfermería español, Máximo González,. Éste es tan solo uno de los puntos en los que coinciden muchos de los expertos en epidemias; pero hay más.
1) Falta de formación para el personal sanitario
"Se debe analizar todos y cada uno de los pasos dados, pero donde nosotros tenemos más dudas es en la ausencia que ha habido en la formación para el personal sanitario que ha atendido a los infectados con el virus del ébola. No es que se haya hecho mal, es que no se ha hecho", explica Máximo González, responsable de la organización que agrupa a más de 200.000 profesionales de la enfermería colegiados en España.
Diversas denuncias, tanto por parte de los integrantes del Consejo General de Enfermería, entre otros organismos, sobre la falta de información y formación, además de un protocolo a seguir en estos casos. Está por ver el número de horas exactas de formación que recibió Teresa, de quién las recibió y qué seguimiento se hizo, pero todo apunta a que ha sido insuficiente. El problema de hecho ya lo denunciaron en julio en un juzgado trabajadores de enfermería del Hospital La Paz de Madrid.
El experto en seguridad sanitaria y prevención de riesgos, Rafael Jesús coincide en que es factible el error humano y la equivocación, pero cree que hay muchas más probabilidades de que algo haya fallado en la cadena de prevención, y señala como otro posible foco de problemas: el material utilizado.
2) ¿Trajes y materiales adecuados?
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El virus del ébola ha sido calificado de máximo nivel de riesgo, nivel 4. En este nivel se necesita un equipamiento muy claro, además de un aislamiento estricto. Se recomiendan mascarillas FFP3, de máximo nivel de seguridad, para cualquiera que esté a un metro del infectado y, en base a las imágenes que se han visto, Rafael Jesús presume que no se han utilizado.
Efectivamente, muchas de las fotos tomadas del personal sanitario mostraban diferencias no solo en las mascarillas, también en los trajes. Estas diferencias tendrán que ser analizadas en la investigación, pero algunos expertos en bioseguridad consultados ya apuntan a la utilización en algunos momentos de material de nivel 2 de bioseguridad y no 4 como se necesitaba. Agrupaciones sindicales como CSI-F señalan también que los profesionales sanitarios no contaban con el equipamiento necesario.
3) Dudosa vigilancia activa a personas en riesgo de contagio
De igual manera, Jesús señala que además a la formación y controles de ingeniería (habitáculo, materiales utilizados, aislamiento...) hay otro foco que posiblemente haya podido generar problemas: la vigilancia de la salud de todos los trabajadores implicados en el tratamiento de los infectados.
Es más que evidente, que algo tuvo que haber falló. A la auxiliar de enfermería contagiada se le permitió tomarse vacaciones a partir del día 26, día siguiente tras el fallecimiento del paciente que ella atendía.. Comenzó a mostrar los primeros síntomas el 30 de Septiembre, pero no ingresó al hospital para recibir atención hasta el domingo 5. Es decir, transcurrieron seis días en los que el llamado periodo de "vigilancia activa supervisada" que figura en los protocolos no se cumplió al pie de la letra. Tanto la persona como la institución son responsables, explica protocolo de Sanidad, de "detectar cualquier síntoma sospechoso, evaluando diariamente para detectar inmediatamente la presencia de signos o síntomas de la enfermedad. Una de dos: o no se hizo, o se hizo de forma deficiente.
4) Improvisación posterior
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Situación de confusión durante las primeras horas tras conocerse el positivo de ébola fue reportado a Diario Enfermero por el personal sanitario del Hospital del Alcorcón de Madrid, donde fue ingresada inicialmente Teresa R. R. el domingo 5 de octubre. "Antes de ingresar en el hospital de Alcorcón, esta auxiliar se fue directamente al hospital Carlos III, pero allí no la atendieron, le dijeron que se fuera a su hospital de referencia y que si daba positivo volviera. La tuvieron de aquí para allá", explican a Diario Enfermero.
Además de ello, aseguran que una vez ingresada en el Hospital de Alcorcón, solo fue aislada con un biombo. El personal sanitario que la atendió tampoco empleó inicialmente ningún traje de bioseguridad.
Con todo lo acontecido, se puede concluir que son muchas las dudas respecto a la correcta aplicación de los protocolos, materiales de seguridad utilizados y formación a personal sanitario. Dudas por las cuales, la Unión Europea ha exigido explicaciones al gobierno Español.
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